Convivencia con importancia a la apariencia física

Convivir con personas que le dan mucha importancia al peso y a la pariencia física es otro de los factores que puede agravar mucho la situación de la persona ante un trastorno alimentario y puede producir un gran malestar junto a una sencación de autoexigencia.

La concesión de una gran importancia emocional a la comida, el comer, el peso y el aspecto por parte de la familia predispone a la aparición de trastornos alimenticios, así como la insistencia exagerada en el aspecto y los logros por parte de uno o ambos padres, o la presión por parte de las padres en los hijos para que “conserven la figura”.

Una persona que vive día tras día en una familia con estas características puede sentirse deprimida sabiendo que tiene que autoexigirse continuamente el llevar una vida en la que la familia se preocupa sobretodo de su propia apariencia ante el resto de la sociedad ya que piensan que la imagen y el estatus es lo más importante para poder integrarse dentro de un grupo social al que quieran aspirar.