Epidemiología

No existen datos epidemiológicos de la población general y entre los grupos donde se describe más frecuentemente son escasos. La pica afecta sobre todo a niños normales y desnutridos, mujeres embarazadas, personas con discapacidad mental, niños autistas, personas que padecen trastornos del desarrollo, enfermos mentales y otros grupos. También puede aparecer por antecedentes familiares del desorden o por disturbios psicológicos originados en una infancia en un hogar muy pobre y con una carencia grande de afecto y en contadas ocasiones en personas bulímicas y anoréxicas.

Los niños y niñas que presentan este tipo de trastorno están comprendidos entre 1 y 6 años de edad con unos porcentajes del 10% al 32%.

Esta enfermedad también es muy común en mujeres embarazadas y se caracteriza por la aparición de antojos que consisten en la ingestión compulsiva de cosas no comestibles como el polvo, la tiza el yeso… que ingieren para suplir las carencias de calcio durante su embarazo.

Los síntomas aparecen normalmente en el primer y segundo trimestre del embarazo y suelen durar normalmente hasta un mes. Estos trastornos acaban por desaparecer después de haber dado a luz, pero ha habido casos en los que los trastornos ocasionados por la pica han continuado hasta después del comienzo del parto y el alumbramiento. A pesar de ser algo normal ya que se presenta en muchas mujeres embarazadas los trastornos de la pica pueden causar serios problemas en la mujer embarazada y su bebé.

La pica puede causar efectos en el bebé ya que el hecho de ingerir sustancias no comestibles durante el embarazo puede evitar que el organismo absorba los minerales y nutrientes necesarios que este necesita para su correcto desarrollo. Tras la carencia de estos minerales y nutrientes el bebe no obtiene una alimentación adecuada y provocaría complicaciones en el parto, como por ejemplo, que el niño nazca con un peso inferior al normal, o incluso que el niño naciese muerto.

En personas con retraso mental, se ha considerado el trastorno de la ingestión y conducta alimentaria más prevalente. El retraso mental o discapacidad intelectual, está caracterizado por un CI inferior a 70, una edad de inicio inferior a los 18 años y dificultades de adaptación.

Según los diferentes estudios realizados, se coincide en que la pica, es más frecuente entre los más jóvenes y de mayor grado de discapacidad intelectual (62-84% en profundos, según la serie). El trastorno disminuye con relación a la edad, aunque vuelve a aparecer a los 70 años. Se identifican veintinueve tipos de sustancias no comestibles, las más frecuentes, cuerdas, hilos, trozos de ropa, trapos…también tierra, metales, madera, pintura, hierba papel, heces… lo normal en estos casos es ingerir una única sustancia, aunque se dan casos de ingestión de varias claramente identificadas. El consumo indiscriminado de cualquier sustancia es muy poco frecuente.

Dependiendo del tipo de alimento o sustancia ingerida, este recibe un nombre especifico, los más comunes son, geofagia: el que come tierra, pagofagia: el que come hielo y amilofagia: el que come harina. Según la condición psicológica-psiquiátrica de la persona varia la severidad del cuadro y es más extraño el objeto del apetito; así, en gestantes con anemia ferropénica suele ser frecuente la geofagia o la pagofagia, mientras que en pacientes psiquiátricos o con IQ bajos no son infrecuentes la ingesta de heces denominada coprofagia, o plásticos y hojas denominada foliofagia. A veces se dan casos muy extraños como comer betún para zapatos como comida diaria.