Evolución

La evolución de la enfermedad es muy variable, suele cursar con periodos de recaídas que alternan con fases de recuperación durante años. No debe hablarse de curación hasta que no exista un periodo continuado de cuatro años sin síntomas. Se calcula que alrededor del 50% de los pacientes acaban por recuperarse totalmente, en el 20 % persiste alguna secuela tras la curación y en el 30 % la enfermedad sigue un curso crónico. La mortalidad del proceso oscila según diferentes estimaciones entre el 4% y el 18%.

Entre los factores que influyen en un buen pronóstico se encuentran el diagnostico temprano, el apoyo de la familia, la ganancia de peso tras el tratamiento inicial y el reconocimiento por parte del paciente de la existencia de la enfermedad.